Fotografía: Paco Sánchez
Como en los recitales, también en la conversación, Mercé mantiene bien el compás. Sabe ponerse festero (como cuando recuerda que su disco «Aire» es el más vendido de la historia de flamenco) y jondo (al evocar que Antonio Gades, al que acompañó por todo el mundo, no salía de la Zarzuela, entonces el gran templo de la ópera, en las 48 horas previas al estreno). El lunes volverá al teatro como estrella del cartel. -¿Para un flamenco qué significa cantar en un escenario como el Real, la Zarzuela o el Liceo? -Siempre digo que el mejor sitio para cantar es un teatro, pues el público va a escuchar un concierto y no a beber una cerveza, como ocurre en los festivales de verano. -¿Qué ha preparado para el lunes? -Haremos los temas clásicos tradicionales y cuatro o cinco del próximo trabajo, que confío que esté en el mercado a principios de año. Esperábamos tener el álbum para estas fechas, pero por causas personales no ha podido ser. -Aváncenos algo de «Ruido». -Es tal y como la gente quiere escuchar a Mercé: guitarra, voz y percusión. El directo va a ser muy bueno por el peso que tiene la guitarra. Habrá temas muy sorprendentes, como «Contigo», que es una canción canción. Sonará flamenco porque la canto yo, y tiene una letra divina de Isidro Sanlúcar. Luego hay unas alegrías, tangos, guajira con percusión y temas cubanos... Además, una bulería de musicalidad compleja, que se llama «Ruido». -¿Y no habrá versiones de grandes temas como acostumbra? -Sí, de Mercedes Sosa. Es la única que queda para cerrarlo. -Hablando de versiones, ¿siente que ha robado a Aute su «Al Alba»? -Cuando grabamos el homenaje «Mira que eres canalla» él no quería ceder la canción, pero yo insistí en grabarla. Una vez que la escuchó, dijo: «Esto no vale nada». Al día siguiente me llamó para felicitarme y decirme que le había quitado la canción y que no la cantaría más. -¿Se ha llevado muchos palos por querer abrirse a otros estilos? -Sí, pero afortunadamente, la gente joven ha entrado en el cesto del flamenco. Había compañeros que criticaban ese afán mío y a los seis meses entraron en esta dinámica. -Dice que «cantar no es gritar»... -Para gritar están los pescaderos. El cantar es modular, hacer las cosas con gusto... Como en el toreo, no me vale el que da doscientos pases, hay quien da medio y basta. No me gustan los flamencos que sólo tienen voz, hace falta sentimiento. Madrid, capital jonda «Aunque haya críticos que se enfaden sigo diciendo que Madrid es la capital de flamenco», comenta Mercé, y a la vista de la proliferación de festivales en la capital, no le falta razón. Ayer mismo, Miguel Poveda y Carmen Linares se medían en el III Festival Flamenco El Alto, Mayte Martín abría en el Teatro Español el ciclo «Sangre Nueva Jóvenes Flamencos», que en los próximos días recibirá las visitas de «La Arquilleja» y «El Piculabe (hoy), Tamara Escudero (mañana), Ángel Pastor y Asunción de Martos (día 29), Rocío Márquez y David Morales (30) y Pasenquito (31). El 27, 28 y 29 se celebrará la ya tradicional Cumbre Flamenca en el Metro de Madrid. Con entrada gratuita, es decir, tras la pertinente cola, actuarán en Chamartín Vicente Soto Sordera, Fernando de la Morena y La Macanita.
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