martes, 16 de febrero de 2010

El prematuro adiós de Fernando Terremoto.

Fotografía: Paco Sánchez

fernando.terremoto.Psanchez 

El pasado sábado día 13 sobre las cinco y media de la tarde Fernando Fernández Pantoja, Terremoto Hijo, nos dejaba huérfanos de su excelso arte. El funeral se celebró el domingo a las cuatro de la tarde. Tenía cuarenta años.

La información la recibíamos telefónicamente por parte de Eduardo Abril, Yeyé de Cádiz y la confirmábamos irremediablemente en el excelente blog “La gazapera” del amigo Manolo Bohórquez.

La reciente vida de este magistral cantaor y mejor persona se ha visto truncada en dos ocasiones de las que salió victorioso. Pero a la tercera fue la vencida y la parca le ha segado su natural vitalidad e ilusión privando al mundo del flamenco de un icono imprescindible para su presente y su fecunda historia. La primera de esas envestidas se produjo hace seis años en forma de infarto, a la que le dio capotazo. La segunda lo cogió de lleno hace un año, en forma de glioma (Tumor cerebral), dejándolo tambaleante, pero su fuerza y vitalidad consiguió ganarle más de doce meses a la de la guadaña.

En Zamora tenemos la gran dicha de haberlo disfrutado en varias ocasiones. Baste este breve recuerdo de una de sus actuaciones antológicas en el Teatro Principal publicada el 20 de febrero del 2002 en este medio: “La magnitud del genio de Terremoto se apoderó de todo el público presente. Por todos los palos. Y todos nosotros le tributamos la ovación más clamorosa, cálida y prolongada que se recuerda a flamenco alguno en dicho escenario”. Más adelante en la misma crónica, y en relación a una entrevista concedida por José Menese también a La Opinión a principio se dicho mes, éste se lamentaba por la escasez de jóvenes artistas de auténtico nivel, a lo que contestábamos lo siguiente, y el tiempo nos dio la razón: "Fernando Terremoto, al que ya nos referimos en una comparativa con su padre en este mismo medio ( 9 de Abril de 1999), es sin duda el eslabón perdido, el albacea de la ortodoxia flamenca, la realidad y esperanza del presente y del futuro, es en definitiva, el puente de plata que une las dos orillas. Une la orilla de la incertidumbre del siglo XXI, por la que el pisa con paso seguro, con la del gloriosísimo pasado próximo inmediato de los grandes maestros inmortales por los aires de Jerez”.

¡Qué la tierra te sea leve, maestro!

Félix R. Lozano.

3ª Jornada del Ciclo Flamenco del Teatro Principal: El Pele. Jueves 18 de febrero.

Pele

Nace en Córdoba un día del mes de enero de 1954 en el seno de una familia gitana por los cuatro costados. A través de ella le llegan a El Pele los primeros impulsos flamencos, las primeras semillas jondas que habrían de germinar en ese corazón gitano y musical de El Pele, un personaje importantísimo para la historia del flamenco que en estos momentos se escribe para un nuevo milenio.
Hacer un recorrido por el itinerario flamenco de El Pele es descubrir una importantísima trayectoria artística que va mucho más allá del simple triunfo en un festival o de la conquista de una afición cualquiera en cualquier peña del mapa flamenco, con todo lo que ello lleva -y El Pele también ha recorrido estos caminos- de prestigio y de consideración artística.
Pero El Pele ha hecho más. Su intuición musical, sus conocimientos artísticos y su personalidad buscadora de nuevas formas y de nuevas modas arrancando siempre de las raíces más puras del flamenco, lo han llevado a compartir los escenarios más dignos del mundo con las primerísimas figuras de la música de todas las latitudes posibles.
Un día veraniego del año 1990, el genial David Bowie escuchó un disco de El Pele. Tan ganado quedó su arte, que decidió llevarlo para que abriera sus conciertos. Así lo hizo en Madrid y en Barcelona. Antes había sido Prince quien había sido ganado por el arte gitano y jondo de El Pele. Y es que ya lo hemos dicho en otras ocasiones, las músicas del mundo encuentran en el flamenco frescura y pureza, mientras el flamenco, con las músicas del mundo, se enriquece en horizontes, encuentra nuevas técnicas y comparte propuestas expresivas.
Así es como El Pele ha llevado su arte por todos los escenarios del mundo, sin complejos de inferioridad con otras músicas, con orgullo de ser y cantar flamenco, abierto a todos los encuentros, pero defensor de las purezas jondas que encierra el cante flamenco, un cante que es patrimonio de Andalucía y, por eso mismo, patrimonio del mundo.
La trayectoria artística de El Pele viene marcada por la incansable búsqueda de nuevos horizontes desde las más puras raíces, su eterna inquietud por conocer y recrear a su propio estilo; ésto le ha llevado a estar considerado como un innovador con la necesaria prudencia y respeto a no perder sus principios. En su carrera, encontramos claros ejemplos de ello.
Su encuentro con el guitarrista Vicente Amigo supone una revolución interna de sí mismo, y de donde nace un hito en el mundo de la discografía flamenca, "Poeta de esquinas blandas", en el que se incluyen temas que han llegado a ser himnos de flamenquería como fue "Vengo del Moro".
"El Pele es un cantaor en libertad que flirtea con quien quiere y como quiere, y que puede vivir cuanto quiera en el corazón de las gentes".