martes, 17 de febrero de 2009

XIII Ciclo Flamenco en el Teatro Principal: Guillermo Cano & Luis de Córdoba. Jueves 19.

Guillermo Cano se inicia en el mundo del flamenco en su pueblo natal, Bollullos Par del Condado, Huelva, el día 18 de noviembre del año 2002. Aparece en distintos concursos en los cuales se hace notar por su manera de ejecutar los cantes, con un timbre de voz dulce, de garganta rápida y una musicalidad de antaño.
Este joven cantaor nacido en 1.973 posee un estilo bastante personal aunque al mismo tiempo podría recordar a aquellas voces de la época dorada del flamenco, para disfrutar del recuerdo de algunas figuras como Manuel Vallejo, Pepe Marchena, Manolo " El Carbonerillo ", Niña de los Peines ó Tomas Pavón. 
Ha compartido escenario con grandes figuras como José Menese, El Lebrijano, Manuel Mairena y El Chocolate entre otros. Asimismo, ha ilustrado conferencias y ha sido catalogado como una seria promesa dentro de este mundo. 
Se mueve en una línea totalmente purista, pero, al mismo tiempo, posee una frescura capaz de llegar a todos los públicos. A pesar de su corta trayectoria ya cuenta con importantes premios en algunos de los concursos de carácter nacional entre los que cabe destacar los siguientes: 
Primer Premio de la volaera flamenca de Loja. Granada. Año 2002 
Primer Premio en el Festival Internacional del Cante de las Minas de la Unión, Murcia en el grupo de los Cantes de Córdoba, Granada y Málaga. Año 2002.
Primer Premio Frasquito Yerbabuena en Granada. Año 2002.
Primer Premio de la Soleá de Triana en Sevilla. Año 2003.
Primer Premio en el concurso regional de Campanillas, Málaga. Año 2003.
Primer Premio en el Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, Murcia en la modalidad de Taranta. Año 2003.
Primer Premio en el Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, Murcia, en la modalidad de Cartagenera. Año 2003. 
Primer Premio en el Concurso de Cante Jondo de Antonio Mairena, en Mairena del Alcor, Sevilla, en el grupo de las malagueñas. Año 2003.
Desde el año 2.004 ha actuado en numerosas ciudades como Cerdanyola, Granada, Zamora, Marchena, Ávila, además de  realizar el circuito organizado por la Federación de Peñas Flamencas de Sevilla.
En 2.005 actuó con gran éxito en “Jóvenes Flamencos”, espectáculo con el que viajó a varias ciudades mejicanas y españolas en compañía de otras figuras como La Tremendita y Rocío Molina.
En 2006, tuvo lugar su primera participación en la XIV Bienal de Flamenco (Sevilla), y posteriormente salió su primer disco al mercado, titulado “Rincón del pensamiento” (Pasarela 2.007).
En la pasada edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla 2008 ha presentado su espectáculo “Corazón de Abril”, con gran éxito de crítica.

Luis de Córdoba, nombre artístico de Luis Pérez Cardoso. Cantaor.  Nació en Posadas (Córdoba) en el año 1950. Se inició cantando en reuniones de amigos, hasta que en 1972 se presentó al certamen Cayetano Muriel, en Cabra, donde consiguió el primer premio, poniendo de manifiesto sus cualidades artísticas.
Durante los cinco años siguientes, alterna su presentación a concursos con recitales y actuaciones en festivales, consiguiendo entre otros los siguientes galardones: premio en el Festival Nacional del Cante de las Minas, en La Unión; en el Concurso de Cante Grande del Albaicín, en Granada; y en el certamen de Realejo, Granada, también en 1970; en 1973 premio Lámpara Minera en el Festival Nacional del Cante de las Minas; el de cartageneras y tarantas y de Cante andaluz, en el mismo festival; premio Volaera Flamenca de Loja; y premios de Cártama, Realejo, Jaén –de saetas- y Granada; en 1974, premio El Canario en el VII Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba; de nuevo el premio Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba; de nuevo el premio Lámpara Minera, en La Unión, así como otros en el citado concurso y en Los Boliches; en 1975, premio a la mejor labor discográfica y en Los Boliches; en 1975, premio a la mejor labor discográfica en pro del cante de levante, concedido por el diario Línea de Murcia; y en 1977, premio Don Antonio Chacón, en el VIII Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Ha participado como cantaor seleccionado, en el certamen el Giraldillo del Cante de la Bienal de Arte Flamenco Ciudad de Sevilla, en 1980 y en 1986. Diversas peñas flanencas le han impuesto su insignia de oro, entre ellas las que llevan su nombre en su ciudad natal, Aguilar de la Frontera (Córdoba), y en San Feliú de Llobregat (Barcelona).
Su discográfica sobrepasa la decena de títulos y ha participado como artista invitado  en el Festival de la Guitarra de Arlés (Francia), en dos ocasiones, y a las jornadas de hermanamiento entre las ciudades de Córdoba y Bujara (Rusia), y en calidad de conferenciante e ilustrador intervino en la XII Semana Cultural Flamenca de la Peña Flamenca de Córdoba. Es el promotor-patrocinador del premio de ensayo literario-flamenco González Climent y ha recibido el trofeo La Escultura y el Cante del escultor Venancio Blanco, en 1980.
Su personalidad artística ha merecido por su amplio repertorio y por sus características, la atención de los comentaristas y flamencólogos, que han emitido opiniones como las siguientes: 
A. Martín: “Luis de Córdoba es un cantaor con gran dedicación al estudio de los grandes maestros, tratando de descubrir en ellos algo que todavía no posea, pues comprende que sólo con una formación seria y concienzuda, se puede abordar una obra artística, que pueda entender y ver la belleza y comunicar ese trance a los demás”.
Manuel Ríos Ruiz: “Luis de Córdoba tiene una voz privilegiada y una afición desmedida. Canta con más gusto que un caramelo y está empeñado en ser una figura sin tacha. Tiene, además, conocimiento de los estilos y le une al corazón la cabeza a la hora de cantar”. 
Agustín Gómez: “Granaína y media Granaína. Alegrías. Taranta y Cartagenera. Colombianas. Malagueñas de Chacóhn con remate de jabegotes. Tangos populares. Peteneras. Seguirillas. Bulerías y Fandangos del Niño León, del Carbonerillo y del Gloria, así todo con mayúsculas, con grandiosidad de expresión lírica y seria en todo su contenido y tratamiento, con absoluto rigor de formas dentro de una concepción cantaora que guarda entre sí, para todos los cantes, una gran unidad, un excelente tono de buen gusto y distinción, una preparación músico-flamenca intachable, con tendencia a la grandilocuencia, a la generosidad melismática del que está sobrado de registros canoros”.