lunes, 3 de mayo de 2010

XIV Noche flamenca de S. José Obrero: Luisita y Perico pusieron 'La Josa' boca abajo.


Resulta incuestionable la profesionalidad y las enormes capacidades de estos artistas para conectar su arte con un abarrotado recinto ávido de flamenco y copla en el pabellón de La Josa.
El formato, el de siempre. Más elemental imposible: la combinación de cante por derecho con cuidada canción española.
En los prolegómenos, cabe destacar la puesta de largo del nuevo y flamante presidente de la Peña Flamenca. Santiago García Martín dio la bienvenida al multitudinario auditorio resaltando la importancia de San José Obrero como cita obligada en el importante panorama flamenco zamorano.
Rompe en la velada Luisita de Huelva, acompañada por la diestra sonanta de José Luis Cobos interpretando campanilleros. Aplaudidos desde los primeros tercios. Sigue una prodigiosa interpretación de la malagueña de La Trini coronada por la grande del Mellizo. Recibidos los consiguientes aplausos, encara tientos variados hasta adentrarse en una auténtica muestra antológica de tangos extremeños en versión del marqués de Porrinas: hasta nueve, incluyendo el juguetillo final, perfectamente adobados por el tocaor Cobos. La Josa patas arriba. Finaliza esta primera aparición por fandangos, con los dos últimos haciendo honor a su geográfico apellido.
Perico va a por todas con una malagueña incierta –según el maestro y compañero Pepe Mazo, de Aurelio Sellé, pero que sepamos El Tuerto no dejó sello personal por este palo- con la consiguiente grande del Mellizo. Un lúcido acompañamiento de José Luis Cobos que ratificará seguidamente en el toque por soleá – musical y posturalmente, al recordar a Niño Ricardo-. La escogida selección de soleares alfareras que hace Perico vienen a resultar memorables, intercalando las de Pineda El Zapatero con otras virtuosísimas de Ramón el de Triana y El Sodillo. Eso sí, todas ellas tamizadas por Antonio El Arenero. Despide esta primera parte con tres fandangos siguiendo la estela del memorable salmantino Farina.
Luisita continua la parte de copla con “Campanero”, “Mí madre” y “Te quiero”, ejercitando sus grandes habilidades para la canción española y su conexión con el respetable. Además, le da entrada a Perico que irrumpe con “Salamanca tierra mía”,  continua por “Tesoro de coplas” y “Recuerdo a Carmen Amaya”. Rafael Farina a tope. Y … público también.
Ambos en comandita, con el habilidoso Cobos, rematan con unas sevillanas habituales, las del ”abuelo” – pero que nos siguen gustando a todos-, para terminar con una “disputa” –que ellos anuncian como bulerías- consistente en una puesta en escena bajo compás de bulería por soleá. El público de pie les tributa un prolongado aplauso, los artistas, una vez más, habían alcanzando la cuadratura del círculo. Y más si cabe en una noche célebre para la ciudad, en la que la inauguración del magno auditorio de la Vía de la Plata estaba en juego.

Félix R. Lozano.