jueves, 4 de febrero de 2010

Los aires de la Alameda sevillana vuelven a Zamora. XIV Ciclo flamenco en el Teatro Principal.

Fachada Teatro Principal, Zamora. Efectivamente, el mejor representante vivo y en activo de lo que representó La Alameda de Hércules en la capital hispalense, es José el de la Tomasa. A propósito del pasado Festival de San Pedro decíamos de José Georgio lo siguiente: “El hijo de Pies de Plomo y de la Tomasa. Ha recibido cual crisol de esencias flamencas, la larga y dilatada experiencia de su padre en las recónditas y fecundas noches de La Alameda de Hércules, junto a la carga genética de su madre, Torre por Soto. O lo que es lo mismo José de la Tomasa es nieto de Pepe Torre y sobrino nieto del legendario Manuel Torre. Su cante es un fiel alegato de los eternos y musicales ecos de la Alameda con buenos aderezos de Triana.”

Por esa última actuación, y por las innumerables veces que el sevillano ha estado en nuestra ciudad, es de sobra conocido. Es más, tiene un nutrido grupo de seguidores dispuestos a arroparlo con su presencia y sus sentidos aplausos. Y esos partidarios se distribuyen por la capital, Toro, Guareña y Tierra del Vino. Por todo ello esta noche, es segura la presencia de significados aficionados de la provincia, además de los de la ciudad.

Decir asimismo, que el de la Tomasa es un cantaor dominador de diversos palos, pero que si tenemos que destacarlo en algo nos quedamos con esas soleares del Jerezano Curro Frijones, que con tanto sabor flamenco sabía decir su abuelo, además de esa seguiriya atribuida al Planeta, todavía toná en boca de los Torre: “A la luna le pío, la del alto cielo…..”, igualmente recibida por José de su abuelo Tomás vía materna.

Estará arropado por un buen guitarrista muy centrado en la guitarra de acompañamiento y en los ecos sevillanos: Antonio Moya.

Félix R. Lozano.

I Congreso Internacional de peñas flamencas, del 5 al 7 de febrero.

felix.grande

Medio siglo después de que abriera sus puertas la primera peña flamenca, «ya era hora de que todos nos sentáramos a hablar de nuestras inquietudes y problemas». Lo dijo ayer Diego Pérez Castillo, presidente de la Federación de Peñas Flamencas de Málaga, que por fin pudo poner fecha a ese encuentro: del 5 al 7 febrero. Alrededor de 400 peñistas de toda España y cuatro extranjeros se darán cita en el I Congreso Internacional de Peñas Flamencas -que se celebrará en el Hotel H-10 Andalucía Plaza de Marbella- para «actualizar los contenidos y el papel que hoy deben jugar» estas asociaciones, explicó el presidente de la Diputación, Salvador Pendón.

Sobre la mesa, la necesidad de atraer aún más a la juventud a estos centros culturales, la mayor integración de la mujer en un territorio hasta hace bien poco dominado por el hombre, la organización de los concursos, la labor de los jurados (formación y unificación de criterios)... El punto de partida lo marcará el poeta y flamencólogo Félix Grande, que pronunciará la conferencia inaugural 'Las letras en el flamenco', en un acto al que asistirá la consejera de Cultura, Rosa Torres, entre otras autoridades.

Ponentes

Por el foro pasarán Miguel Clavero, presidente de la peña La Platería de Granada, una de las más antiguas de la comunidad, para abordar la 'Génesis y función de las Peñas Flamencas en el siglo XXI'; Jerónimo Roldán, de la Torre Macarena de Sevilla, planteará las 'Necesidades para crecer'; mientras que la estadounidense Estela Zatania hablará de los jurados de los certámenes.

El congreso, avanzó Pérez, «va a ser un hito, un punto de partida para que las peñas estudien sus problemas, encuentran soluciones y las transmitan». El encuentro se complementará con la exposición 'El eco de la memoria', que muestra a través de medio centenar de paneles la repercusión del flamenco en la prensa malagueña de finales del siglo XIX y principios del XX.

También habrá espacio para el cante, el baile y el toque. La panda de verdiales al estilo Almogía Coto Tres Hermanas abrirá el congreso, que en su segunda jornada dará voz a la cantaora malagueña Virginia Gámez y Bonela hijo, con Andrés Cansino a la guitarra y el grupo de baile Solera Chica. «Hacía falta esto, que estemos unidos para funcionar mejor. Si nos va bien, repetiremos», adelantó Pérez.

Vía DiarioSur.digital

Ciclo Flamenco del Teatro Principal de Zamora: José de la Tomasa abre esta edición el próximo jueves, 4 de febrero.

Teatro Principal de Zamora, jueves 4 de febrero; 21h. Al cante: José de la Tomasa. Toque: Antonio Moya.

Nombre artístico de José Georgio Gutierrez.
Sevilla, 1951. Cantaor. Sobrino-nieto de Manuel Tomasa y Pies de Plomo. Aunque siempre se alternó cantando en fiestas familiares y en reuniones de cabales, su revelación artística se produjo al ganar el concurso de Mairena del Alcor, después de haber formado parte del grupo Triana, intérpretes de folk andaluz. Su consagración le llegó al ganar en el Concurso Nacional de arte Flamenco de Córdoba, en 1976, el premio Manuel torre por siguiriyas y tonás. A partir de este triunfo actúa en peñas flamencas y comienza a participar en los festivales andaluces, de los que actualmente es una de sus primeras figuras. Su cualidad de letrista se refleja en su discografía, así como su capacidad de repertorio.
Se presentó en Madrid, en 1984, en uno de los festivales del homenaje a Federico García Lorca, celebrado en el Teatro Español, repitiendo ante el público madrileño, en el Teatro Alcalá Palace, durante la cumbre Flamenca de 1985. Ha sido finalista del premio El Compás del Cante, en 1984, y del Giraldillo del Cante, en 1980.
Numerosos críticos y flamencólogos han glosado su personalidad artística, suscitando comentarios como los siguientes: Miguel Acal: "Habrá que prestar mucha atención a este joven cantaor que puede ser una pieza básica, en el engranaje del flamenco de los próximos años".
Manuel Ríos Ruiz: "Ante el cante de José de La Tomasa intuimos dos aspectos característicos. Uno, su conocimiento de los estilos y su permanente deseo de interpretarlos con la mayor exactitud. Otro, los matices de su voz, un tanto opaca pese a su rajo agitanado. La conclusión que sacamos de estas dos premisas, es que su enorme preocupación por seguir las reglas le priva de cierto y preciso desmelenamiento. Su desgarro, como todo su cante, lleva implícito quizá demasiado estudio y cierto temor al descalabro. Sus cualidades son innegables y sus posibilidades, todas. Pero le cuesta pellizcar. Le pesa en demasía la herencia. Y la herencia no debe convertirse en una monotonía o en una perfección que pide continuamente cumplimiento. Hay que manejarlo con mayor libertad. El día que así lo decida, José de La Tomasa alcanzará el cenit de su cante, su auténtica personalidad".