Como era previsible, la catalana Mayte Martín y su fiel escudero a la guitarra, Juan Ramón Caro, obsequiaron al público zamorano que se dio cita en el Teatro principal, con un suculento concierto flamenco. Destacar la presencia de la Directora General de Promoción Cultural, Luisa Herrero; de la Jefa de Servicio Carmen Domínguez; de la Jefa de Servicio de la Delegación Territorial, Elvira Fernández y como no, de la anfitriona: nuestra alcaldesa Rosa Valdeón.
Por cierto, varias personas se han interesado por el disco “Jazz para los que odian el jazz” por lo que me veo obligado a especificar. Como dije, este single de duración ampliada fue editado por RCA, no puedo concretar la fecha de edición por no aparecer ni en el vinilo ni en la carpeta, pero seguro que salió al mercado a principio de los años cincuenta. Las referencias son: (3E5UH-1082) y (3E5UH-1083). Los temas e intérpretes, Ain´t Cha Comin´ Home por Lionel Hampton y orquesta; St. Louis Blues por John Kirby y orquesta; Casey Jones por Wingie Manone y orquesta; y, Comanche War Dance por Ray Noble. Espero que complacidos.
Para abrir boca, Mayte y Juan Ramón empezaron por peteneras. Tal vez para “acotar el territorio”, tenida en cuenta la dificultad que entraña la ejecución de este complejo palo en frío. La primera de Medina el Viejo y la segunda también pero completamente transformada y engrandecida por la Niña de Los Peines. Siguen por Ida y Vuelta con vidalita, homenajeando, como ella misma dice, al cantaor que primero la impresiono y la hizo llorar: Juanito Valderrama. Cantes de Levante con valiente remate de Lucena. En ese momento de la actuación, el numeroso público que se hallaba en la sala y que rozaba el lleno (Gran mérito teniendo en cuenta el día que hacia y fin de semana) estaba completamente entregado como manifestaban con sus prolongados aplausos. Seguiriyas, inicia el temple muy en la línea de La Niña, Manuel Torre, Antonio Cagancho y otra del Majareta, seguramente aprendida a partir de la discografía de La Niña. Destacar, además de la magistral interpretación de Mayte, el estético y flamenco pose de Juan Ramón Caro en el toque por este grandioso palo. Continúan con importante entrega de fandangos a compás, hasta seis. Nuevos ecos de La Niña, esta vez a través de un bello palo de origen incierto auque probablemente asturiano, y que pese a su belleza, resulta raro oírlo sobre un escenario, me refiero al garrotín.
Agradecida por el respetable la vuelta a los cantes de origen caribeño. Guajira con sabor a azúcar y a Juanito Valderrama. Fuerte y prolongado aplauso. Se retiran para volver a salir, algún espectador le pide algún cante concreto a lo que Mayte Martín de forma cariñosa responde: “Ahora vienen las peticiones, las escucho y hago lo que me da la gana”. Vuelve a dar las gracias por la calurosa acogida y nos espeta: “Esta tarde al llegar a Zamora he visto 36º, ¿Esto es excepcional o lleváis muchos días metidos en el microondas?”. Para despedirse con bulerías, más cerca de las bulerías por soleá que de las bulerías propiamente dichas. Preciosas, con recuerdo incluido a las dificultosas y personales del genial alcalaíno Manolito María y a las de Pastora Imperio versión Mairena. Público de pié tributándole caluroso y prolongado aplauso. Todos contentos. Pórtico perfecto del II Festival Flamenco de Castilla y León, o dicho en breve: CALÉ. Mañana más.
Félix R. Lozano.
1 comentario:
..formidable resumen del concierto.
Añadir solamente que -para un servidor- el único "pero" del mismo fue que el sonido resultaba excesivamente alto en algún momento, sin duda por la tendencia del técnico de Mayte -que hoy acompañará a Poveda en Segovia- a sonorizar por arriba incluso en espacios que no lo necesitan, porque no estábamos al aire libre dentro del magnífico teatro zamorano. Salvo ese detalle -fácilmente corregible- volver a escuchar a Mayte y a Juan Ramón ha sido el mejor principio imaginable para este festival.Y otra cosa más: qué lujo de público!. Esta tarde, como bien dices, mucho más.
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