jueves, 9 de agosto de 2007

El flamenco en Morales queda acreditado entre las grandes citas. Por Félix R. Lozano.

Después de las fatiguitas pasadas por el querido Diego, al que se le dedicó la noche, por lo que estamos seguros que estuvo con nosotros en todo momento. Por eso, y por más cositas, este festival, ha conseguido alcanzar la gloria, deseablemente eterna. Todos estaban orgullosos del resultado. Muy orgullosos. El resultado final del acontecimiento fue de matrícula de honor.
Abren el acto, como es habitual, las guitarras de Niño Jero, Alberto San Miguel y Antonio Amaya. Concluida la apertura, toma las riendas Roberto Vizán con una profesionalidad impecable a lo largo de toda la noche. Invita a subir al alcalde D. José Mª Barrios, al presidente de la Peña Flamenca D. Eduardo Abril, y al presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen “Tierra del Vino”, D. Juan Miguel Fuentes. El presidente peñista le hizo entrega al regidor municipal de los tres carteles oficiales convenientemente enmarcados, el alcalde al presidente vinatero de “un detalle flamenco” como enhorabuena por el reconocimiento de la D.O. Para finalizar la presencia en el escenario, con las oportunas palabras de bienvenida por parte del mandatario como anfitrión del acto.

Comienza la cuestión artística con la presencia del Quincalla acompañado por los mágicos sones del maestro Antonio Amaya. Malagueñas del Mellizo y de Chacón con las correspondientes rondeñas. De inmediato los artistas meten al respetable en faena y este los premia debidamente. Granaína y media. Siguen los sabios ecos chaconianos haciendo acto de presencia. Seguiriya dedicada a Diego Rubichi. La primera incierta pero de claro sabor trianero, la segunda jerezana, en concreto de Tío José de Paula, tercera de los puertos, Perico Frascota, rematadas por las cabales del Loco Mateo. Toná y debla. Impecable actuación fuertemente aplaudida.

El Torta, acompañado de Alberto San Miguel, le dedica toda la actuación a su primo Diego. Tientos cerrados por los consiguientes tangos. Para ese momento, todos los artistas ya se habían aposentado en el mirador del las arcadas, con una atención, casi devoción obsesiva de profundo respeto, ante las actuaciones de sus compañeros. Hacía muchísimos años que no veíamos nada igual, y ese seguimiento se produjo a lo largo de toda la noche. Por supuesto que con la necesaria implicación y correspondientes jaleos. Nos llamó especialmente la atención el proferido por el Canela al Torta: −Vamos a acordarnos de las papas con carne, Juan−. Siguen soleares, Alcalá, soleá por bulería, Triana, a su modo como todo su cante, la anarquía del genio, rematando de nuevo por Alcalá. Seguiriyas. La primera inclasificable, la segunda próxima a Tío José y el cierre en la línea de Frascola. Termina su incuestionable actuación por bulerías. Una excelente dosis acompañada por los buenos oficios de Fernando Jiménez en la patadita. Ovación de gala con el público en pie. Y también nos consta que los organizadores respiraron tranquilos.
Intermedio para continuar con Fernando de la Morena y San Miguel. El de la Morena, aparte de la motivación especial de todos los artistas, quería sacarse la espinita de las dos ediciones festivaleras anteriores en las que no estuvo por problemas de caché. Y su motivación fue una delicia exquisita. El cante de Fernando, con esa lengua de trapo, a los que nos gusta, nos vuelve locos. Abren por soleá, Alcalá, Triana, La Andonda, Alcalá, Agustín Talega y solearilla. Tres fandangos muy personales. Continúa por seguiriyas dedicadas a Rubichi. Ayer Diego, el día de su funeral, se puso morado, como todos los presentes, a degustar cante caro de verdad, ¡Va por ti, Diego! Primera y segunda de Tío José de Paula y cambio de Manuel Molina. Sigue con su requerida trillera, “el cante de los manijeros”, dedicada a todos los zamoranos y a todos los trabajadores del campo en la Tierra del Vino. Acompañado de los palmeros, Luis Santiago y Fernando Jiménez. Por cierto, que arte tiene este muchacho, que lo mismo vale para un roto que para un descosido, baila, canta, jalea… y todo lo hace primorosamente. Un prodigio de artista. Bulerías, que como no podía ser menos, el público quiso más y más, pero no era posible por el control estricto de los organizadores para ajustarse a los tiempos. Aplauso apoteósico. Y lo mejor quedaba por venir.
Aparecen los maestros Canela y Niño Jero, para impartir docencia desde el magno escenario. Soleares. Curro Frijones, Juaniquí de Lebrija, Serneta, vuelta a Juaniquí, dos de Machango y remate de Paquirri El Guanté. Siete soleares de impecable ejecución. Lo hemos dicho, para aprender y disfrutar del cante por soleares y seguiriyas hay que empaparse con El Canela. Siguen por seguiriyas. Tío José de Paula, personal, Diego Marrurro y cambio de Perico Frascola. Continúan con tres fandangos rematando su brillantísima actuación con bulerías palmeadas por sus hijos Alejandro y José, con patadita muy vistosa del último. Las bulerías fueron un homenaje encubierto al maestro de los Alcores, Antonio Mairena. De sobra sabe el Canela el respeto que despierta en Zamora el preclaro maestro sevillano.
Para encarar la recta final del Festival le toca turno a Manuela Carpio. Abren por toná fuera de micrófono, David Carpio y El Lavi, le siguen el guitarrista Juan Diego Mateo y Fernando Jiménez a las palmas. Soleares, se incorpora Manuela en la cuidadísima escenografía. Un generoso privilegio para los presentes. Un preciado regalo para los sentidos. El baile de mujer de carácter racial y sabor jerezano por derecho. Cambio de vestuario para terminar por bulerías.
Con el grupo de Manuela en el escenario se monta un final de fiesta con buena parte de los artistas incluyendo al Niño Jero sin guitarra, de palmero y jaleador, para rematar el apoteósico Festival con la patadita de la noche, aplaudida a rabiar por el respetable, que puesto en pie aclamó con sus vítores al que sin duda ha sido uno de los mejores festivales de la larga historia flamenca en Zamora. ¡Qué se repita!El presentador, anuncio la próxima cita en El Perdigón del Vino
, el próximo viernes día 10 a las 11 horas con la compañía de Antonio Amaya como actuación destacada, y la vecina del pueblo Pilar.

Félix Rodríguez Lozano. Peña Flamenca Amigos del Cante. Zamora.

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