Enrique Morente acaba de lanzar su primer disco con grabaciones en directo, 'Morente flamenco', en una trayectoria que supera las cuatro décadas.
Enrique Morente tiene nuevo disco, 'Morente flamenco', con grabaciones en directo.
Enrique Morente lleva el flamenco en la sangre y es una de las más notables figuras que este arte ha dado. A sus 67 años, el cantaor de Granada sigue soñando La Alhambra y grabando discos que ayudan a ampliar los horizontes de la música española. El más reciente, 'Morente flamenco', recopila grabaciones en vivo de distintas épocas. Y es el primero en directo en más de cuarenta años de carrera. Genio y figura.
- Voy a entrevistar a una leyenda viva de la música española...
- Eso impresiona bastante. Yo sólo quiero ser un cantaor más, un compañero.
- ¿Por qué un disco en directo ahora?
- Tenía muchas cintas que mi mujer quería tirar a la basura. Y yo no quería tirarlas sino reciclarlas. Hay que exigir a los políticos el respeto al medio ambiente pero también los ciudadanos debemos ser cívicos. Como no quería tirarlas, mi mujer me dijo que las escuchase y viera si podía aprovechar para sacar un disco porque no tenemos ni para mantecados estas Navidades (risas). Así que hice una selección de ese material para que tuviera buen sonido. No me ha dado demasiado trabajo este disco, en verdad.
- ¿Y por qué no la grabación completa de un solo concierto?
- Me da pereza la preparación que requiere grabar un concierto, llevar unidad móvil, microfonía, tiene costes,... Además, el cerebro se va para atrás cuando sabes que te van a grabar. Aunque sí es un poco incoherente el disco, con grabaciones de 1992 y otras actuales.
- ¿Qué le queda por hacer a Enrique Morente?
- Mira, el otro día canté con el gaitero Tejedor un poema de Ángel González. No había cantado nunca con un gaitero. Siempre hay cosas por hacer.
- ¿Qué es el flamenco para Morente?
- (Se lo piensa) Puede ser una transmisión inolvidable de arte o puede ser un ruido bastante molesto.
- ¿En qué momento decidió que quería ampliar los horizontes del flamenco?
- Yo no quería ampliar los horizontes del flamenco sino los míos propios. Casi siempre actuamos de forma egoísta, no somos altruistas. A mí se me estaba presionando demasiado, que si sólo cantaba tarantas, dentro del mundo estrecho del flamenco y tuve que tirar por otros sitios para desinhibirme y poder expresarme. Si te censuran tu arte, te están quitando lo principal. Aunque tampoco me he sentido perseguido, los caminos del arte son difíciles para todos, no me gusta ir de víctima.
- ¿Está el futuro del flamenco fuera del flamenco?
- No, el flamenco se lleva dentro o no se lleva. Y cuando se lleva, es para siempre. Si en Rusia alquilas a un tenor, estás haciendo otra historia. Que es legítimo, claro, pero no es flamenco.
- ¿No es una forma de expresión tan real que puede asustar?
- Una vez actuamos en un pueblo y había varios niños que se tapaban las orejas y estaban asustados. Pero creo que era por el volumen (risas).
- ¿Qué le parece que se pida la declaración del flamenco como Patrimonio de la Humanidad?
- Me parece fantástico, hay que apoyarlo. Eso es a nivel oficial, legal, aunque el flamenco ya es patrimonio de la gente desde hace muchísimos años.
- ¿Cómo le sienta el reconocimiento del público que no es aficionado al flamenco?
- Me gusta mucho porque es gente de la calle que va a ver a alguien que les transmite algo desde un escenario. Es gente sincera y sencilla. El arte debe ser útil para todo el mundo no sólo para unos privilegiados.
- ¿El músico nace o se hace?
- Las dos cosas.
- ¿Y qué piensa de los músicos que no nacen ni se hacen, que son productos?
- No entiendo que alguien pueda dedicarse a lo que yo llamo 'oficios sagrados', como los médicos o los profesores o los artistas, sin devoción.
- ¿Qué aprendió de Lagartija Nick?
- Fue una experiencia muy positiva e importante, de las que siempre se aprende. Tenemos mucha relación desde entonces.
- ¿Cuál es su primer recuerdo musical?
- Los cantos de la madre, que cantaba muy bien, las vecinas en las ventanas, los hombres por la tarde en la taberna reunidos con unos chatos de vino después del trabajo,...Estuve cantando en la Catedral de Granada un tiempo, era uno de los niños cantores. Fue mi primer oficio, aunque cobraba muy poco, y me despidieron porque los niños nos pegábamos por la propina de los turistas.
- ¿De cuál de sus trabajos guarda un mejor recuerdo?
- Del próximo que voy a hacer, que será un homenaje a un amigo americano que ya no está entre nosotros. Estoy empezando a trabajar en ello.
Jose Durán Rodríguez - Qué.es
Foto: Paco Sánchez
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