Zamora es olla donde se cuecen importantes acontecimientos con el cante y el baile como protagonistas.
Lógicamente empezaré por lo anterior en el tiempo, es decir, el viernes. Como estaba anunciado, la modestia personificada, obtenida de profundas experiencias únicas de Juan Antonio Muñoz y la sapiencia cantaora de Alfonso Salmerón, se daban cita en nuestra ciudad. El día anterior los dos, habían sentado cátedra, impartiendo lección magistral en la ciudad de Tormes. Era deseada su presencia por un nutrido grupo de aficionados cabales. El marco escénico, funcional, de perfecta acústica, y si se me permite, coqueto, estoy hablando del salón de actos del Museo Etnográfico.
Así por las buenas Salmerón, que venía con muchas ganas, como corresponde con su probada profesionalidad, abre por tonás con máxima entrega desde el principio. La grande, chica o de alivio y debla. Nos metió a todos en harina. Siguen cantiñas y alegrías. Soleares, Alcalá, Joaquín el de la Paula, Cádiz, El Mellizo, Triana, Juaniquí de Lebrija, Paquirri y solearilla. Impecable ejecución. Siguen por tientos con recorrido geográfico y tangos con brillante expresión de Pastora y remate por extremeños. Seguiriyas, la primera de Manuel Torre, la segunda de Diego Marrurro y cabal del Loco Mateo. La apoteosis final se ofrenda por fandangos de Huelva, con Paco Toronjo, Alosno y Manolo Fregenal. Aplauso del respetable puesto en píe, y como obligaba la ocasión, ya que la pintan calva, Juan Antonio Muñoz dedicando innumerables libros a sus sensatos admiradores.
Ya dentro de la programación del sábado, las escuelas de baile de Eva Peña hacían las delicias del público que llenaba por completo el salón de Caja España. Un nutrido programa en el que se combinaban diversos palos del flamenco como son fandangos, farruca, tangos, sevillanas, rumba y cantiñas, eran sabiamente presentados por Estela Abril, y respondidos por el auditorio con su emotivo interés y su agradecimiento en forma de aplausos. Esta feliz iniciativa zamorana por el flamenco popular no sólo debe de mantenerse en el tiempo sino que deberá ser más apoyada por quien proceda.
Casi a la misma hora se mostraba una monumental muestra de danza española sobre las tablas del Teatro Principal. La compañía de Mayte Bajo, con Cristina Aguilera y Francisco Velasco como bailarines arropados perfectamente por Miguel Ángel Recio al piano; Raúl Olivar a la guitarra; Iván Carlón a la flauta; Rafa a la percusión; José Salinas al cante y Manuel Alejo como tenor, ofrecieron un espectáculo que sin ningún género de dudas ha sido lo más destacado de Calé 09.
La próxima semana, con su misa previa en San Ildefonso, el acto flamenco más esperado del año: el XXXIX Festival de San Pedro llegará por fin. Les mantendremos informados.
Félix Rodriguez Lozano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario