Sin el más mínimo titubeo, la noche flamenca que el pasado jueves cerraba el Ciclo se puede calificar de perfecta. Abrió el recital Jesús Méndez sin guitarra, para hacer corrido y el pregón de los caramelos de Macandé, ese gitano desgraciado del barrio de Santa María, emparentado con El Mellizo, que murió en el Hospital Psiquiátrico de Cádiz en 1947, después de doce años de hospitalización. La versión, tanto del corrido como del “pregón”, era de José de Los Reyes, El Negro del Puerto. Ya con la sonanta de Miguel Salado, siguen por cantiñas y alegrías. Al encarar la tanda de soleares es donde más claramente se aprecian en el de Jerez sus sólidos referentes cantaores: El Maestro de los Alcores, Antonio Mairena, inunda todo su cante. Lo que es bueno y altamente positivo para alguien qué se encuentra en los albores de su carrera y la quiere fundamentar convenientemente. Tiempo tiene a sus veinticuatro años de desarrollar su propia singularidad. Nuevamente el maestro sale a relucir al rematar las cabales por livianas primitivas en palabras de Pepe de la Matrona, con la misma métrica que Demófilo dice habérsela escuchado a Diego el Lebrijano (“Si acaso no tuvieran / alivio mis males,…”). Mairena lo graba con el nombre de toná y liviana, siendo una de las grandes recreaciones del sevillano en cuanto a recuperación de cantes en vías de extinción se refiere. La recuperación parte de informaciones musicales proporcionadas por Juan Talega. El reconocimiento fue expresado en forma de abundantes aplausos. Fandangos con recuerdo incluido a la mítica Paquera, para finalizar con bulerías, en las que la huella de Mairena vuelve a planear, patadita incluida y despedida con beso al auditorio. Jesús, en su primera actuación en Zamora, a la que seguro le seguirán muchas más, hizo acopio de una buena cosecha de aplausos.
Abren la segunda parte Julián Estrada y Manuel Silveria por Levante. Alegrías. Malagueña del Canario en versión de Antonio Chacón, seguida de verdiales y remate por fandango de Lucena. El respetable aplaudió a cada tercio ejecutado. Continúan con preciosa y personal interpretación de zambra caracolera enlazando con una muestra geográficamente antológica de tangos, incluyendo los personales del Piyayo, Pastora y Curro Frijones. Julián aprovecha para saludar y pedir un plauso para Silveria por estar tocando con una uña rota, “ … pero no importa, a Manuel le sobran dedos”. Nueva entrega antológica, esta vez de fandangos. José Cepero, El Carbonerillo, Pepe Pinto, Manuel Vallejo, El Peluso, El Almendro o El Sevillano salieron a relucir en forma de homenaje para cerrar un completo Ciclo con muchas luces y muy poquitas sombras.
En otro orden de cosas, es obligado informar de la presencia de una nutrida representación de La Peña Cultural Flamenca “Los Cernícalos” de Jerez de La Frontera, para tributar visita a nuestra Peña local. Como no puede ser de otra manera, después de los recorridos de rigor por los encantos de nuestra ciudad, y de la consiguiente degustación de nuestros exquisitos productos, esta noche, ambas Peñas, disfrutarán de la habitual velada flamenca, “hasta que el cuerpo aguante o hasta que pasen los lecheros” en palabras del Sordera padre.Félix R. Lozano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario