Por ser niñas prodigio y por ser su arte prodigioso. Plato fuerte el que se nos ofrece esta noche en el incomparable marco del teatro municipal. Arte gitano y arte payo en abundancia. Cante brioso de buen metal y la exaltación majestuosa de la bata de cola. ¿Hay quien dé más?.
Empezando por la más veterana -veintiocho años de veteranía-, cabe señalar su procedencia granaina, concretamente del Albaizín para arriba, El Sacromonte, frente a la imponente belleza de la Alambra. Seguro que su solidez compatible con su ductilidad de múltiples filigranas ha contagiado a Mariana. Como seguro que también lo ha hecho El Parrón, su padre, ese excelente cantaor granaino de voz potente y exquisitamente afillá. Esta cantaora es, sin lugar a dudas uno de los más firmes valores de la joven generación flamenca actual. Dispone de suficientes reconocimientos desde diversos estamentos de probado prestigio. Ha compatibilizado el cante para baile con el cante p´alante, como hará esta noche. Dispone de una interesante discografía colectiva, incluyendo flamenco para niños, con sus dos trabajos individuales:”Me duele, me duele” y “La voz del agua”.
El baile correrá a cargo de otro portento ya consagrado pese a sus veinticuatro añitos. Luisa Palicio, natural de la malagueña Estepona. De formación clásica, no en vano ha recibido clases de la gran Milagros Mengibar, así como de otros profesores propios de la Fundación Cristina Heeren. El arte de Luisa se nos fue generosamente entregado a los zamoranos en el Festival Flamenco de San Pedro, en el 2006, ya entonces nos dimos cuenta de su exquisita pericia artística. Muchos no dábamos crédito al contraste que suponía su edad biológica y su madura maestría en la escena. En fin, que a fecha de hoy no hay bailaora de su generación, que se maneje sobre las tablas con ese flamenco arte cuando de darle vida a la bata de cola se trata.
Empezando por la más veterana -veintiocho años de veteranía-, cabe señalar su procedencia granaina, concretamente del Albaizín para arriba, El Sacromonte, frente a la imponente belleza de la Alambra. Seguro que su solidez compatible con su ductilidad de múltiples filigranas ha contagiado a Mariana. Como seguro que también lo ha hecho El Parrón, su padre, ese excelente cantaor granaino de voz potente y exquisitamente afillá. Esta cantaora es, sin lugar a dudas uno de los más firmes valores de la joven generación flamenca actual. Dispone de suficientes reconocimientos desde diversos estamentos de probado prestigio. Ha compatibilizado el cante para baile con el cante p´alante, como hará esta noche. Dispone de una interesante discografía colectiva, incluyendo flamenco para niños, con sus dos trabajos individuales:”Me duele, me duele” y “La voz del agua”.
El baile correrá a cargo de otro portento ya consagrado pese a sus veinticuatro añitos. Luisa Palicio, natural de la malagueña Estepona. De formación clásica, no en vano ha recibido clases de la gran Milagros Mengibar, así como de otros profesores propios de la Fundación Cristina Heeren. El arte de Luisa se nos fue generosamente entregado a los zamoranos en el Festival Flamenco de San Pedro, en el 2006, ya entonces nos dimos cuenta de su exquisita pericia artística. Muchos no dábamos crédito al contraste que suponía su edad biológica y su madura maestría en la escena. En fin, que a fecha de hoy no hay bailaora de su generación, que se maneje sobre las tablas con ese flamenco arte cuando de darle vida a la bata de cola se trata.
Félix R. Lozano.
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