La cuarta entrega de La nueva Alboreá está dedicada a un protagonista de excepción, a una figura inconmensurable del flamenco como es el cantaor gaditano Chano Lobato. La Consejería andaluza de cultura le ha querido reconocer y agradecer su talento y su generosidad, su voz prodigiosa y su proverbial sentido del compás distinguiéndole recientemente con el Premio Pastora Pavón ‘Niña de los Peines’.
Para todos nosotros la concesión de este galardón es un motivo de alegría, como lo es también para la gran familia del flamenco, que ve así honrado a un artista con mayúsculas, que inició su andadura profesional siendo muy joven y que ha contribuido de manera significativa al engrandecimiento de la cultura andaluza y, en particular, del arte jondo.
Nadie duda de la valía, tanto profesional como humana, de Chano Lobato. Por esta razón el flamenco está de fiesta y en ella no pueden faltar las alegrías y los aires de Cádiz que nuestro protagonista sabe interpretar de manera magistral.
Las páginas de este nuevo número reúnen, asimismo, a otras dos cantaoras insignes como son Carmen Linares y Marina Heredia que aportan, cada una desde su propia óptica generacional, una visión apasionada y apasionante del cante flamenco.
Tampoco se olvida la revista de rememorar a un Camarón de la Isla que hace quince años que desapareció para hacerse eterno en el arte. Una memoria y un legado que aparecen hoy más nítidos que nunca y que habitarán en su Casa de San Fernando.
La celebración del XXXV Congreso Internacional de Arte Flamenco en la ciudad de Cádiz, cuyo nombre daba título al espectáculo estrenado para la ocasión por la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco; el Circuito 8 Provincias de Peñas Flamencas; o las reflexiones del escritor y guionista José María Velázquez-Gaztelu y la escritora Pilar Paz, dan contenido también a este número.
Ochenta páginas que se completan con otros argumentos: el análisis de un Observatorio de Flamenco a través de otras firmas de reconocido prestigio, los pormenores del Festival de Música Española -donde lo jondo fue representado por Esperanza Fernández y el Ballet Flamenco de Andalucía- o la importancia cada vez mayor que nuestro arte más genuino alcanza fuera de nuestras fronteras.
La fascinante visión que del flamenco tiene Pablo Juliá, director del Centro Andaluz de la Fotografía, representa el mejor broche a una revista que cumple su primer año de vida y que lo hace con el firme propósito de hacerse longeva, siempre pensando en el arte jondo, en su difusión y desarrollo. Un objetivo hacia el que avanzar unidos.
Aquí tienes el enlace para descargarla o visualizarla online Nueva Alboreá nº4.
Para todos nosotros la concesión de este galardón es un motivo de alegría, como lo es también para la gran familia del flamenco, que ve así honrado a un artista con mayúsculas, que inició su andadura profesional siendo muy joven y que ha contribuido de manera significativa al engrandecimiento de la cultura andaluza y, en particular, del arte jondo.
Nadie duda de la valía, tanto profesional como humana, de Chano Lobato. Por esta razón el flamenco está de fiesta y en ella no pueden faltar las alegrías y los aires de Cádiz que nuestro protagonista sabe interpretar de manera magistral.
Las páginas de este nuevo número reúnen, asimismo, a otras dos cantaoras insignes como son Carmen Linares y Marina Heredia que aportan, cada una desde su propia óptica generacional, una visión apasionada y apasionante del cante flamenco.
Tampoco se olvida la revista de rememorar a un Camarón de la Isla que hace quince años que desapareció para hacerse eterno en el arte. Una memoria y un legado que aparecen hoy más nítidos que nunca y que habitarán en su Casa de San Fernando.
La celebración del XXXV Congreso Internacional de Arte Flamenco en la ciudad de Cádiz, cuyo nombre daba título al espectáculo estrenado para la ocasión por la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco; el Circuito 8 Provincias de Peñas Flamencas; o las reflexiones del escritor y guionista José María Velázquez-Gaztelu y la escritora Pilar Paz, dan contenido también a este número.
Ochenta páginas que se completan con otros argumentos: el análisis de un Observatorio de Flamenco a través de otras firmas de reconocido prestigio, los pormenores del Festival de Música Española -donde lo jondo fue representado por Esperanza Fernández y el Ballet Flamenco de Andalucía- o la importancia cada vez mayor que nuestro arte más genuino alcanza fuera de nuestras fronteras.
La fascinante visión que del flamenco tiene Pablo Juliá, director del Centro Andaluz de la Fotografía, representa el mejor broche a una revista que cumple su primer año de vida y que lo hace con el firme propósito de hacerse longeva, siempre pensando en el arte jondo, en su difusión y desarrollo. Un objetivo hacia el que avanzar unidos.
Aquí tienes el enlace para descargarla o visualizarla online Nueva Alboreá nº4.
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