Sin duda lo más destacado del acto que se celebró el pasado martes en el salón de actos de Caja Duero, entidad patrocinadora del mismo, fue el estreno público de nuestra Alcaldesa. La primera presencia oficial de la primera mujer que alcanza la responsabilidad de guiar los destinos de nuestra ciudad. ¡Que alto honor para la comunidad flamenca¡. Llegó acompañada del hasta ahora Concejal de Cultura, dejando claro que el motivo de su presencia, lejos de protagonismos, era apoyar los actos del señero Festival Flamenco. Por ello declinó la invitación de acompañar a la presentadora Carmen Ferreras y al presidente de la Peña Eduardo Abril para estar en el escenario. Está claro que Rosa viene dispuesta a “pisar el barro y a ser una más entre los zamoranos”. Tal ver por ello su aparición en un salón abarrotado de público se hizo notar con un estruendoso y prolongado aplauso por parte del respetable. Gracias Alcaldesa, gracias Rosa.
Mencionada esta distinción de la primera dama al mundo del flamenco, decir que como estaba previsto, el acto tuvo dos partes. El correspondiente a la IV PORTADA del Festival, asumida por el presidente Abril para dar puntual nota del resto de actos incluido el propio Festival. La segunda parte siguió el formato habitual de la VI AULA FLAMENCA “Caja Duero”. Se abre con el conferenciante José Luís Rodríguez Ojeda, quien recorre la poesía flamenca agrupándola por las extensas temáticas del amor, la miseria, la muerte, la amistad, las penurias, la enfermedad, las relaciones materno filiares, etc, a la vez que ejemplificaba con las correspondientes declamaciones. La presencia en escena del profesor Rodríguez Ojeda fue muy ovacionada.
Respecto a la parte artística, no defraudó en absoluto. El Chozas, pese a no ser, y el negarse a tal consideración, profesional, impartió perlas de magisterio sobre la tarima. También el Niño Elías.
Rompe con cartagenera rematada excéntricamente, como es habitual en él, por canción por bulerías. Sigue con una brillante entrega de seis soleares, inspiradas en uno de sus maestros, el insigne Tomás Pavón, cuando este tomaba como referencia a la mítica Mercé La Serreta. Guajira en la línea del singular Pepe Marchena. Tres seguiriyas. La primera de Manuel Torre, la segunda de Tío José de Paula y el macho de Manuel Molina. Impecable pese a sus limitaciones con los tonos bajos. En las tres bebe de la cristalina fuente del maestro de los Alcores, Don Antonio, el poseedor de la llave de nuestra ciudad, Mairena. Tanda de tres fandangos, que el dice personales, y que lógicamente lo son por la buena combinación de variantes, en los que podían reconocerse ecos de Macandé, Carbonerillo, Pepe Pinto e incluso Cepero. Remata su buena actuación por tonás dedicada al malogrado Fary, con la novedad de que entre unas y otras se introducía levemente la guitarra y el Chozas cantaba el siguiente juguetillo: Que mala suerte / Que mala suerte / verme en la cárcel / siendo inocente.
En suma, redondo bautizo para las actividades programadas para el Festival del 2007.´
Mencionada esta distinción de la primera dama al mundo del flamenco, decir que como estaba previsto, el acto tuvo dos partes. El correspondiente a la IV PORTADA del Festival, asumida por el presidente Abril para dar puntual nota del resto de actos incluido el propio Festival. La segunda parte siguió el formato habitual de la VI AULA FLAMENCA “Caja Duero”. Se abre con el conferenciante José Luís Rodríguez Ojeda, quien recorre la poesía flamenca agrupándola por las extensas temáticas del amor, la miseria, la muerte, la amistad, las penurias, la enfermedad, las relaciones materno filiares, etc, a la vez que ejemplificaba con las correspondientes declamaciones. La presencia en escena del profesor Rodríguez Ojeda fue muy ovacionada.
Respecto a la parte artística, no defraudó en absoluto. El Chozas, pese a no ser, y el negarse a tal consideración, profesional, impartió perlas de magisterio sobre la tarima. También el Niño Elías.
Rompe con cartagenera rematada excéntricamente, como es habitual en él, por canción por bulerías. Sigue con una brillante entrega de seis soleares, inspiradas en uno de sus maestros, el insigne Tomás Pavón, cuando este tomaba como referencia a la mítica Mercé La Serreta. Guajira en la línea del singular Pepe Marchena. Tres seguiriyas. La primera de Manuel Torre, la segunda de Tío José de Paula y el macho de Manuel Molina. Impecable pese a sus limitaciones con los tonos bajos. En las tres bebe de la cristalina fuente del maestro de los Alcores, Don Antonio, el poseedor de la llave de nuestra ciudad, Mairena. Tanda de tres fandangos, que el dice personales, y que lógicamente lo son por la buena combinación de variantes, en los que podían reconocerse ecos de Macandé, Carbonerillo, Pepe Pinto e incluso Cepero. Remata su buena actuación por tonás dedicada al malogrado Fary, con la novedad de que entre unas y otras se introducía levemente la guitarra y el Chozas cantaba el siguiente juguetillo: Que mala suerte / Que mala suerte / verme en la cárcel / siendo inocente.
En suma, redondo bautizo para las actividades programadas para el Festival del 2007.´
Félix Rodríguez Lozano.
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