lunes, 1 de marzo de 2010

Córdoba le pone al tiempo buena cara para acoger en su seno la atractiva ‘Gala del flamenco’.

Gala.premios.flamenco.hoy.2009

El pasado martes veintitrés, en un día infernal, con un Guadalquivir embravecido embistiendo sobre las orillas y obligando a cientos de sus vecinos a ser desalojados, tuvo lugar la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales del Flamenco. El mal tiempo no fue óbice para que esta décimo primera edición haya sido la más esplendorosa en un marco también esplendoroso: El Gran Teatro de Córdoba con más de novecientas personas en sus butacas siendo testigos de la efeméride. A lo que hay que añadir los directos de varias televisiones locales y regionales.

Abre el acto Alfonso Eduardo Pérez Orozco con Rafael Blanco Perea, primer teniente de alcalde – El alcalde no pudo asistir por imperativo de las inclemencias- para dar la bienvenida a la concurrencia. También fueron invitados a subir al escenario a dos de las instituciones vivas del excelso arte, Blanca del Rey y Fosforito, ambos cordobeses. En el caso de Antonio Fernández, este recordó como fue su llegada al mundo del flamenco por la puerta grande, en ese mismo teatro, cuando por unanimidad ganó el prestigiado Concurso Internacional en 1956. No sólo gano el concurso y comenzó su meteórica carrera para convertirse en un icono de lo jondo, además ganó definitivamente su nombre artístico.

El primero de los premiados fue el polifacético Paco Sánchez por su importante labor de difusión del flamenco a través de los medios. Sin duda un premio merecidísimo, su labor en Canal Sur Radio y su galería de fotos del flamenco, unido a su bonhomía, merecerían como mínimo que le concediéramos el premio todos los años. Su sentido solidario hizo que dedicara el mismo a los ya desaparecidos compañeros de profesión, Miguel Acal, Luis Vaquero y Carlos Arbelos, este ultimo recientemente fallecido.

Rufino Sánchez en representación del Instituto Cervantes, no pudo llegar puntual a la cita por las dichosas inclemencias. Felizmente todo se resolvió bien y dio lugar a la primera actuación de la noche: Los púberes alumnos y alumnas de la academia de María La Chata.

Entregado el galardón de mejor disco instrumental a Niño Josele y recogido por otra de las nominadas, Mirian Méndez, apareció otra agradable sorpresa en forma de actuación escénica. Adriana Bilbao, jovencísima bailaora vasca –Nieta del legendario futbolista Telmo Zarra- a la que su profunda afición flamenca la ha llevado a estudiar periodismo –Ya es licenciada- a la Universidad de Málaga para, además de estudiar su carrera, beber en las fuentes de la danza jonda. Y bailó bien, y lo hizo en compás de soleá por bulería con mucha soltura y aplomo sobre las tablas, por lo que fue premiada con una prolongada ovación.

El mejor disco de acompañamiento fue para Moraito a quien se lo entrego Montoyita, tío de Estrella Morente también premiada en el apartado de DVD.

En el capítulo de baile el reconocimiento recayó sobre dos jóvenes valores. Una firme realidad como es Fuensanta La Moneta, y un valor emergente, como es Mario Flores. Sin duda premios merecidos con creces.

Nueva actuación constituyendo el plato más nutritivo. Dorantes como solista, y Dorantes como piano acompañante de su tío Juan Peña Lebrijano cantando por seguiriyas. Al Lebrijano lo hemos oído en innumerables ocasiones. Al de las portentosas facultades ejecutando el cante por derecho, y al Lebrijano en un declive al que le hace frente, como fue el caso del Festival de San Pedro en el 2008. Pues bien, al Lebrijano que pudimos ver en Córdoba ha sido el que más impacto positivo nos ha causado. Y lo comentábamos con él en el desayuno del día siguiente: Cuando las facultades flojean queda el arte descarnado, el arte en estado puro. Y el de Lebrija tiene arte flamenco a raudales.

El premio a la mejor guitarra solista fue para Vicente Amigo, quién no sólo lo agradeció en sí mismo, sino por recibirlo en su tierra, ante su gente. Finalmente, el mejor disco de cante fue para “Mujerez”, o lo que es lo mismo, para Dolores Agujetas, Juana la del Pipa y La Macanita. Son invitados los productores de la discográfica BBK, por su importante y decidida apuesta con el flamenco y Moraito guitarrista del disco. Le entrega el galardón El Lebrijano: “Yo quería entregar un premio, y no lo había entregado en mi vía. Toma primo p´atí”. Una prueba más de lo distendido de la velada. Moraito se lo dedicó a “Fernando Terremoto que se nos ha ido”.

Se despide la gala después de casi tres horas con un recuerdo para el cordobés universal Mario Maya, en forma de imágenes, y en forma de palabras ofrecidas por su viuda Mariana Ovalle.

Félix R. Lozano

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