viernes, 15 de febrero de 2008

El Magisterio de Calixto y la entrega de "El polaco".

Como estaba previsto, la segunda entrega del cuidado Ciclo resultó redonda. Abrió Luís Heredia “El Polaco” con una extensa muestra de cantiñas bien secundado por Manolo Herrera. Siguen por soleares con una exhibición antológica de hasta ocho: Alcalá – Joaquín y Agustín Talega -, La Roesna, La Serneta y Ramón el de Triana. Sin embargo donde el pellizco se hace más patente, es en la de Antonio el Portugués. Soleá apolá de preciosa musicalidad y difícil ejecución, lo que la hace muy poco frecuente sobre los escenarios, e incluso en los cuartos de cabales. Significativo y merecido aplauso. Tangos de evidente aroma granaino para continuar con cuatro fandangos muy personales. El primero claramente inspirado en el conterráneo Rafael Farina. Encara la granaina por petición del público, que llenaba completamente el teatro, aprovechando la letra para homenajear al de Granada, Franquito Yerbagüena. Termina su lucida actuación con canción por bulerías. Buen premio en forma de aplausos por parte del respetable.
Después del habitual descanso, impecable aparición en escena del gran Calixto seguido de ese excelso maestro de la sonanta, Manolo Franco. Hasta en eso, hasta en su presencia sobre las tablas Calixto muestra una donosura única.
Comienza por Levante, minera y cartagenera de su reciente CD “Andando el camino”, que según revelación personal ha tardado seis largos años en consumar. Sin duda es obra de madurez y pieza de museo. Siguen por tientos – tangos de poética machadiana para encarar la perla cultivada de la noche – y muy posiblemente del ciclo-, el cante por seguiriya. También incluido en la grabación citada. Dieciocho tercios de una sola seguiriya de creación personal con su correspondiente remate por cabal, también de desarrollo propio. En alguna parte reconocimos ecos de Manuel Molina, versión Manuel Torre. ¡Y a estas alturas parecía imposible crear nuevas variantes del palo rey! Sin duda estos son los derroteros que deberán seguir las innovaciones de lo jondo. La letra, también propia y de José Luís Rodríguez Ojeda, trata de una cuestión de desgraciada y rabiosa actualidad: El fracaso del modelo psicoeducativo de permisividad, generador de hijos y ciudadanos “tiranos”, irresponsables e incompetentes. Siguen alegrías, llenas de gracia y chismorreo gaditanos, muy relajantes después de la tensión anterior. Después, bulerías de Cádiz, para terminar con dos fandangos al aire. El primero personal y el segundo del Carbonerillo. El público despide a los dos maestros en vertical, con caluros aplausos sobradamente merecidos.
Actuación para los anales del buen flamenco.
Félix Rodríguez Lozano. Vicepresidente de la Peña Flamenca "Amigos del Cante". Zamora, 2008.

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