viernes, 16 de abril de 2010

Cancanilla de Málaga presentará su último trabajo discográfico en la Peña ‘Amigos del Cante’ el próximo día 17.

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El día 17 del que corre, Cancanilla de Marbella antes, ahora Canilla de Málaga -que tié más caché-, nos presenta su último y muy esperado trabajo discográfico ‘Entre viejos Zarzales’, un disco soberbiamente acogido por la crítica como podréis observar.

Acompañado a la guitarra por Juan Antonio Muñoz, esperamos ofrecer en nuestro Madison Square Garden Flamenco de Zamora, (Léase la sede de nuestra Peña), una noche digna de recuerdo.

Para reseñar al artista y su trabajo, transcribimos sendos y sabrosísimos artículos de Juan Verguillos y Manuel Bohórquez.

El disco, por Juan Verguillos.

‘Un clásico contemporáneo’

En varias ocasiones les he dicho que El Flamenco Vive, más que una discográfica al uso, es una auténtica ONG flamenca. No sólo ha rescatado grabaciones impresdindibles de la historia de este arte (Fernanda, Bernarda, El Chaqueta...) sino que es sensible a las inquietudes artísticas de clásicos vivos como Canela, hace unos años, o, ahora, Cancanilla de Marbella. Los mejores discos de ambos artistas imprescindibles han salido de las prensas de esta discográfica. Y siempre, en delicadas ediciones críticas. Ramón Soler Díaz es el encargado aquí de hacer la más completa biografía del cantaor hasta la fecha, así como de presentarnos los cantes respectivos.
Cancanilla demuestra lo enorme cantaor que es, lo bien que está de voz, con tres deliciosas entregas por bulerías. Una voz caliente, íntima, esencial, entregada, dionisiaca. Enorme dominio rítmico, que demuestra en los trabalenguas, en un disco grabado en directo, es decir, sin edición posterior que no sea el puro cante, de principio a fin.
Pero no sólo de fiesta se alimenta el cante de Cancanilla. En la bulería por soleá, nos informa Soler, hace los estilos característicos de este cante: Frijones, La Moreno y El Gloria. Un palo airoso que se ajusta a la perfección al estilo emotivo de Cancanilla. Por soleá, de nuevo según Soler, las querencias de Cancanilla recorren el arco melódico de Cádiz a Alcalá de Guadaíra, es decir, de El Mellizo a Joaquín el de la Paula, pasando por Frijones, Joaniquín, La Serneta e Yllanda. Algunas letras nos retrotraen a los romances fronterizos de la Edad Media y el Renacimiento. Espléndida la serie que interpreta junto a Antonio Moya, variada de melodía y entregada y lírico el toque: un gran contrapunto a la afilada visceralidad de la voz. La variedad y amplitud de repertorio la demuestra Cancanilla con cantes de Chacón y El Rojo el Alpargatero por malagueñas y cartageneras, igual de entregado que en los cantes más rítmicos.
He dejado para el final el comentario de los tres maravillosos cantes en los que Cancanilla se hace acompañar de la guitarra solemne del gran Juan Habichuela, mito vivo del mejor toque de todos los tiempos. Un estilo demorado que va a lo básico para un monumento a la melancolía llamado soleá de Cádiz y Alcalá. No es sólo que el patriarca de la saga Habichuela esté en plena forma. Es que no se puede acompañar mejor al cante: delicadeza, empatía y unas falsetas trenzadas como finas cuentas de una joya. En los fandangos se acuerdan de Antonio el de la Calzá. Hirientes y esenciales se muestran ambos en la seguiriya.
Antonio Moya, que acompaña al cantaor en la mayoría de los cortes, aporta su estilo sencillo, naïf, entregado al cante, mientras que Chaparro resulta más austero. El cuarto guitarrista del disco es Juan Carmona, hijo de Habichuela, que acompaña al cantaor con solvencia en la segunda de las entregas por bulerías. Además de la documentación señalada, el disco incluye una exacta trascripción de las letras, así como abundante material gráfico de primera.
Cancanilla de Marbella es el nombre artístico del cantaor Sebastián Heredia Santiago (Marbella, 1951). Nacido en el seno de una familia con tradición cantaora (este disco incluye varios cantes trasmitidos por su madre, María Santiago) se inició profesionalmente en los establecimientos turísticos de su entorno natal: El Platero, Venta Ana María y Pagoda Gitana. Pasa luego por la compañía de José Greco, con la que viaja a Nueva York, y a los tablaos mexicanos y madrileños: Los Canasteros, Café de Chinitas, Villa Rosa, Caripén, El Corral de la Morería, Torres Bermejas y alguno más. Su fluctuación entre los dos polos del periodo, del tablao a los festivales, es decir, de lo turístico y festero al canon mairenista, se refleja en su obtención de un premio en el Festival de Córdoba.
Cancanilla, que se inició como bailaor y que tiene una hermana, la Chichi, profesional del baile, se ha dedicado la mayor parte de su vida al cante atrás, esto es, a cantar para el baile, sobre todo en el ámbito íntimo del tablao. Hace sólo cinco años que decidió dedicarse en exclusiva al cante en solitario. Ha publicado dos discos colectivos y cuatro en solitario: ésta es su quinta entrega. De los discos anteriores, publicados entre los años 70 a 90, tan sólo puede encontrarse hoy el que hizo en 1972 para Fontana, reeditado en CD por Universal en 2007. Pese a esta precariedad discográfica, hay que señalar que nos encontramos ante uno de los grandes cantaores de nuestra época, como atestigua esta grabación
.

El artista, por Manuel Bohórquez.
‘Cancanilla borda con hilo gitano’

Siempre ha habido en el flamenco cantaores de cantaores, y Cancanilla de Marbella -ahora se hace llamar de Málaga- es hoy por hoy el cantaor de los cantaores. En otros tiempos lo fueron Mojama o Antonio el de la Carzá, y ahora lo es Cancanilla. Tiene una voz preciosa y muy gitana, compás para poner un puesto y algo que no puede aprenderse en las escuelas actuales: una gracia natural innata que cautiva a todos. Flamenco Vive acaba de grabarle un CD fantástico, Entre viejos zarzales, que contiene trece cantes magníficamente ejecutados y un cuadernillo de Ramón Soler Díaz en el que cuenta, con pelos y señales, la historia familiar y artística de este fenómeno que durante décadas ha estado metido en los tablaos de la capital de España o viajando por el mundo en buenas compañías y con grandes artistas del baile. Sebastián Heredia Santiago, Cancanilla, es uno de esos cantaores nacidos para ejercer el arte. Lo brinda cantando y bailando flamenco, pero podría haberlo hecho tocando el piano o jugando al fútbol. Tiene el don del arte, de la gracia, del soniquete. Lo ves en un escenario y parece que hubiera nacido en una tarima. En realidad ha sido así porque tuvo la suerte de nacer en una familia en la que todos se hacen alguna cosita. Su madre, María Santiago, era una gran cantaora que nunca quiso las tablas, o más bien su marido. Tuvo veinte partos, que se dice muy pronto, y de uno de ellos nació Sebastián, al que su padre, El Chanete, que era tratante de caballos, le puso Cancanilla porque se movía más que una cáncana, una especie de araña de andares nerviosos. Trabajó primero en la mar pero poco tiempo, porque descubrió pronto que no era lo que quería hacer en la vida. Con sólo 12 años ya trabajaba en El Platero, un tablao de Marbella. Al poco tiempo conoce al bailarín José Greco, con el que se embarca para América en compañía de artistas como Rafael el Negro, Matilde Coral, Farruco y Paco de Lucía. Más tarde lo descubre Caracol y lo contrata en su tablao madrileño, Los Canasteros, donde está algunos años, para pasar luego al Chinitas y Caripén, el local de Lola Flores y Antonio el Pescaílla. Necesitaríamos un libro para contar tantos años de vueltas por el mundo. Lo cierto es que hace cinco años decidió pararse y, además de dejarse ver en festivales, acaba de regalarnos este magnífico trabajo que ha sido grabado en la Sala Juglar de Madrid y que contiene trece cantes que van desde la bulería inicial a la taranta y la cartagenera que cierran la obra. Con las guitarras de Juan Habichuela, su hijo Juan Carmona, Antonio Moya y Chaparro de Málaga, el cantaor malagueño borda con hilo gitano cantes por soleá y seguiriyas, granaínas y malagueñas, bamberas y soleá por bulerías. Lo interpreta todo con una brillante combinación de poderío, conocimientos y buen gusto, que hacen de este trabajo una delicia para los buenos aficionados. En una época en la que se graba poco cante jondo, y el poco que se graba, es mediócre y de dudosa autenticidad, un trabajo así merece ser bien recibido por los aficionados que aún no se han dejado llevar por las modas. Tenemos que hacer lo posible por apoyar tanto a este tipo de cantaores -no abundan, por cierto-, como a las empresas que invierten su dinero en darlos a conocer al gran público del mundo.

La Grabación: ‘Entre viejos Zarzales’

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Intérpretes:
Cante: Cancanilla
Guitarras: Juan Habichuela, Antonio Moya, Chaparro, Juan Carmona

Contenidos:
01. A la Cañeta (Bulerías)
02. Si yo tuviera la luna (Soleá por bulerías)
03. Dios mío dame paciencia (Siguiriya)
04. Antes roto que doblarme ( Soleá de María Santiago)
05. Que te quise y que te quiero (Granaína y malagueña)
06. Las claras del día (Bulerías)
07. Entre viejos zarzales (Bambera)
08. Donde candelita hubo (Soleá)
09. Mira si mi pare era bueno (Fandangos)
10. Clavos del desengaño (Bulerías)
11. Esta casa está vacía (Soleá)
12. Mare de mi alma (Siguiriyas)
13. En tu puerta da la luna (Taranta y cartagenera)

Año de edición: 2010

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